Su voz decía que dejara de llorar.
Me senté al borde del anden hasta que deje de sentir el aire, me vi reflejada en un charco y mis ojos habían perdido su brillo, aunque lloraba ellos no brillaban, entonces me asusté y al levantarme estaba sola.
Solo quise ser abrazada por el aire, pero fue mucho más lindo que eso.
El calor empezó a brotar por todo mi cuerpo, me sequé las mejillas y empecé a caminar.
Aún no ha pasado tanto y aún camino, no sigo ningún camino y aunque de repente vuelven a caer lagrimas de mis ojos, siento que brillan. No necesito ver mi reflejo, los siento brillar.
Este brillo se mezcla con el calor, y las lagrimas tienen sonido. Y mi cabeza a veces se aturde por cada mentira bien dicha. Pero está bien.
Estoy bien.
Me senté al borde del anden hasta que deje de sentir el aire, me vi reflejada en un charco y mis ojos habían perdido su brillo, aunque lloraba ellos no brillaban, entonces me asusté y al levantarme estaba sola.
Solo quise ser abrazada por el aire, pero fue mucho más lindo que eso.
El calor empezó a brotar por todo mi cuerpo, me sequé las mejillas y empecé a caminar.
Aún no ha pasado tanto y aún camino, no sigo ningún camino y aunque de repente vuelven a caer lagrimas de mis ojos, siento que brillan. No necesito ver mi reflejo, los siento brillar.
Este brillo se mezcla con el calor, y las lagrimas tienen sonido. Y mi cabeza a veces se aturde por cada mentira bien dicha. Pero está bien.
Estoy bien.
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