Siempre alucinando con lo que hace unos años psicodélicos, el pasar del tiempo no diferenciaba de la prisa, o de la lentitud con que se movía el mundo. Mis sentidos divagaban y se hipnotizaban al penetrar en atardeceres, en estrellas, en niños dando veredictos desde su tierna perspectiva, en amantes sujetando su mano, en la mirada de mi familia, en las calles nocturnas, en el mendigo que sonreía… me apegaba a la punzante melodía que atravesaba mi oído y mientras los demás veían a una persona más, a una chica más, a una pequeña más, caminando, sentada o acostada… en mi vista espiral como caleidoscopio, sentía todo tan reconfortante y apacible, yo parecía bailar alrededor de esos momentos y mi corazón se extasiaba, sentía todo mi cuerpo flotando.
Era algo más que mágico, era algo más que yo en un lugar, era algo más que un simple día, era algo más que esta vida… Es algo más, algo que sin darme cuenta adormezco en mí, y tu ... tu tienes la pastilla para despertarlo sin mayor esfuerzo y ahora cada vez que todo mi cuerpo se carga de esas emociones, parecen un tanto indescriptibles, se me empañan los ojos y no puedo dejar de parpadear, y aceptar lo que veo. Se siente bien. Realmente bien.
Me siento atónita. Con todo lo que soy, con todo lo que escucho, con todo lo que veo, con todo lo que comparto contigo.
Pensando en que escribir, en como cambiar esos sentimientos a letras... ahora mismo se me empaña el corazón. Es como si nada pudiera arruinarlo, como si nada pudiera estar siempre igual.
Estoy observando, estoy escuchando. Estoy sin ti. Estoy fuera de mí. Estoy contigo en esos momentos. Estoy conmigo misma… estoy abrazando nubes, estoy amando el verdoso pasto, estoy corriendo en los callejones de una niñez exquisita. Hablándote estoy. Queriéndote y agradeciéndote, sintiéndome tonta por la melosería, pero feliz de hacértelo saber.
Era algo más que mágico, era algo más que yo en un lugar, era algo más que un simple día, era algo más que esta vida… Es algo más, algo que sin darme cuenta adormezco en mí, y tu ... tu tienes la pastilla para despertarlo sin mayor esfuerzo y ahora cada vez que todo mi cuerpo se carga de esas emociones, parecen un tanto indescriptibles, se me empañan los ojos y no puedo dejar de parpadear, y aceptar lo que veo. Se siente bien. Realmente bien.
Me siento atónita. Con todo lo que soy, con todo lo que escucho, con todo lo que veo, con todo lo que comparto contigo.
Pensando en que escribir, en como cambiar esos sentimientos a letras... ahora mismo se me empaña el corazón. Es como si nada pudiera arruinarlo, como si nada pudiera estar siempre igual.
Estoy observando, estoy escuchando. Estoy sin ti. Estoy fuera de mí. Estoy contigo en esos momentos. Estoy conmigo misma… estoy abrazando nubes, estoy amando el verdoso pasto, estoy corriendo en los callejones de una niñez exquisita. Hablándote estoy. Queriéndote y agradeciéndote, sintiéndome tonta por la melosería, pero feliz de hacértelo saber.
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