En lo matutino sobre los caprichos y en lo nocturno sobre el viento en voces. Sin noción de las horas afanadas, fijé mis ojos afuera y estaban cayendo nubes con una neblina amarilla, empañando corazonadas. Todo iluminaba entre luces rojas, soplando dientes de león, volaban con lucidez y sin escasez. Y al otro día tan solo quería que no terminara, empero me llegaron razones para difuminar colores y escribir de sensaciones sacudidas. Tan difícil de decir, me toma todos los minutos que pudiesen transurrir... es solo intraducible. De aquel primer resplandor de infinita felicidad. En reposo, sin acatar lo demás se dispara como estrella fugaz. Temporal, pero siempre sucede sin llegar a lo burdo de la saciedad. Se trata de un asunto sin contenido tangible y nada voraz. Posándose en lo neutro, como trémulo renueva todo y al sentirse plácida ¡explota! De allí las ganas de reír, y tu como recuerdo transeúnte en mí. De allí enfrentandome a múltiples sonrisas ante cualquier nimiedad